DESCALABRO ESCANDINAVO EN EL INFORME PISA 2012
Buena tarde, algo está cambiando en los paises escandinavos, en el siguiente artículo publicado en el periódico Público por Nacho Sevilla el 10 de diciembre nos intenta explicar que ha pasado en el último control del informe PISA en los países escandinavos y su posible generalización a otros sistemas educativos.
Nosotros seguimos igual de mal, ya no es noticia. En el artículo tenemos todos los enlaces para ver el informe y sacar nuestras propias conclusiones.
Sin más el artículo:
Durante muchos años, y especialmente desde que comenzó a realizarse el informe PISA, los países escandinavos, y en particular Finlandia, han sido el modelo para el mundo. Finlandia sigue en la parte alta de la tabla, pero Dinamarca queda ligeramente por encima de la media de la OCDE y Noruega, Islandia y Suecia por debajo. Los datos de 2012 (PDF) han bajado del pedestal a las escuelas nórdicas, mientras sus políticos, profesores y ciudadanos intentan explicarse qué ha pasado.
Los datos no son buenos. Suecia presenta el mayor descenso de puntuación anual en sus alumnos de los 65 países del informe, ha perdido más de tres puntos al año en matemáticas, un total de 31 desde 2003; 2,75 puntos al año en lectura, 33 desde 2000; y 3 puntos anuales en ciencias, 18 desde 2006. Suecia está por debajo de España en todas las áreas. Además su sistema educativo ha perdido igualdad, un valor fundamental del país, ahora el origen socioeconómico del alumno determina sus resultados en mayor medida que hace una década.
El caso de Finlandia es el más llamativo. El informe que la convirtió en la Meca educativa a principios de siglo la acaba de poner en evidencia, es el segundo país que más puntos ha perdido desde el inicio del estudio, 12 en lectura, 25 en matemáticas, y 18 en ciencia. Aunque mantenga la posición más alta de la tabla fuera de Asia, no es consuelo para el acostumbrado a ser el primero de la clase.
Los islandeses son los cuartos en puntos perdidos, y su posición es ligeramente superior a la sueca. Noruega sólo ha bajado su puntuación en matemáticas, y no demasiado, 6 puntos desde 2003. Pero no ha crecido nada, se mantiene justo por debajo de la media OCDE pese a ser el tercer país en gasto por alumno. Dinamarca queda justo por encima de la media, aunque su descenso en matemáticas es más del doble.
Las causas del declive
El Ministro de Educación sueco, Jan Bjorklund, del Partido Liberal, culpa de la debacle a los municipios: "la municipalización de la educación ha sido un fracaso, mejorar estos resultados requiere unos conocimientos que los 290 municipios no tienen", declaró. Aboga por una recentralización que podría materializarse si las elecciones de 2014 son propicias a su partido. El profesor Ulf Lundgren, fundador de los informes PISA ve dos causas principales distintas: "el excesivo y creciente tiempo que los profesores dedican a tareas administrativas" y "la desconfianza de los políticos hacia los profesores, que les lleva a marcar cuándo los alumnos deben trabajar en grupo y cuándo no, nunca harían algo así con los médicos y están haciendo disminuir el interés de la gente por dedicarse a la docencia".
Los profesores suecos apuntan otros problemas. Dan Gustavson, profesor de Ciencias Sociales en el Viktor Rydberg Gimnasium de Estocolmo con décadas de experiencia apunta al cambio en el alumnado, "son la generación de la pantalla, no están acostumbrados a leer textos largos y complejos, y esto les perjudica también en matemáticas, que en PISA están muy basadas en textos". Aunque no cree que sean peores alumnos, "son en general tan inteligentes y trabajadores como sus padres, pero sí que los más flojos son ahora mucho más flojos". Anna Åhlgren es profesora de Lengua y Literatura en Guvstasberg Gymnasium a las afueras de la capital, cree que "no hay una sola razón" para el descenso en los resultados, "una de ellas puede ser el mayor número de inmigrantes. Les enseñamos sueco como segundo idioma, pero no las matemáticas o las ciencias de forma especial. Generalmente están más motivados que los suecos, pero la barrera del idioma les resta muchas oportunidades".
En Noruega tampoco han sentado bien los resultados, ser de los países más igualitarios y que haya mejorado la disciplina en las aulas no es consuelo para ser de los que más gastan sin mejorar nada en una década. Varios expertos señalan que si bien el nivel medio de los colegios es muy parecido hay mucha disparidad de nivel dentro del aula y los más rezagados se quedan pronto atrás. En el caso de las matemáticas, un problema que ya habían detectado en sus evaluaciones nacionales, "en los últimos años se ha extendido la idea entre padres y alumnos de que si no se dan bien las matemáticas no pasa nada, se darán bien otras cosas", explica Mario Puertas, profesor de español en un centro de Secundaria de Oslo. "Ha habido dejadez. Se ve como normal ser malo en matemáticas. Y siempre hay alguno que le cuesta más, pero no es normal que media clase no se entere. Ya se está trabajando en concienciar que las matemáticas son importantes para todos, todos las deben manejar". La clave para el profesor es "exigir más a los alumnos. Aquí se les protege demasiado, se les dan muy pocos deberes... Esta actitud tiene cosas buenas, pero los resultados se resienten".
El fracaso de la privatización
La Presidenta de un sindicato de profesores sueco señala a la proliferación de centros privados como culpable. Eva-Lis Siren ha declarado que "la pérdida de igualdad es el precio que hemos pagado por la libre elección de colegio. Y ese es un precio que no estamos dispuestos a pagar". Suecia abrió a mediados de los 90 la posibilidad de establecer centros privados, aunque financiados por el Estado, algo parecido a los centros concertados en España.
La idea era que los centros independientes fueran operaciones sin ánimo de lucro, sin embargo se establecieron varias empresas que montaron cadenas de colegios como negocio. Como los ingresos por alumno están prefijados por el Estado, la forma de obtener beneficio es recortar los gastos, en profesores por ejemplo, o aumentar ingresos, vía servicios adicionales o contribuciones voluntarias de los padres. Hace poco surgió un escándalo porque un programa de cámara oculta cazó al director de un colegio explicando que tenían sus trucos para garantizar que sólo los mejores alumnos entraban en su centro. Así suben los resultados y se atraen más clientes, y de paso se ahorran profesores de apoyo. Gustavson matiza que "los colegios independientes no han ayudado, pero no son los culpables exclusivos de los malos resultados. Eran una buena idea, pero ha sido mal desarrollada, desafortunadamente han entrado demasiadas empresas en busca de beneficios". Y algunas de ellas han quebrado.
Aproximadamente un 12 por ciento de los alumnos suecos van a un colegio independiente. La existencia de estos centros ha provocado una estratificación del alumnado, por nivel socioeconómico y por origen. Los colegios suecos ahora tienen menos mezcla, según Henry Levin de la Universidad de Columbia. Para Gustavson "Suecia es mucho menos homogénea que hace 20 años, la igualdad era nuestro principio básico y la integración la meta de todos. Ya no tanto, ya no hay trabajadores industriales, hay más inmigración, la población es más urbana, y los colegios dependen de empresas y ayuntamientos. La calidad de los centros varía mucho más".
El nuevo gobierno noruego formado por una coalición del Partido Conservador y el Partido del Progreso, situado más a la derecha, ha prometido la libre elección de centro y la entrada de empresas en la educación. Citaban a Suecia como ejemplo. PISA acaba de enturbiar su modelo. "Tradicionalmente aquí nunca ha habido escuela privada, hay algunas pero muy poquitas", explica Puertas. "Yo veo difícil que lo consigan. Lo tenían en el programa, pero desde las elecciones muy poco han hablado del tema".
La nueva estrella
No todo son malas noticias en el frío norte. Un país del entorno ha conseguido ocupar el segundo puesto europeo, venciendo incluso a Finlandia en matemáticas: Estonia. Tuuli Länik, profesora de inglés en el instituto de Rakvere, cree que los factores del éxito son dos: "el nuevo currículo nacional ha modernizado materiales y metodologías en todas las asignaturas". Además Estonia ha centrado sus recursos en recuperar a los que se quedan atrás, "si un alumno suspende mi asignatura tengo que preparar un plan para que recupere el nivel, si ha suspendido más me tengo que coordinar con otros compañeros para elaborar un plan conjunto. Si hay problemas de comportamiento hay que reunirse con el psicólogo y el asistente social y entre todos prepara una estrategia. Todo esto es nuevo y lleva mucho tiempo". Estonia tiene el menor porcentaje de alumnos en el grupo de los rezagados (nivel 1 del examen PISA) en matemáticas. "El porcentaje de estudiantes brillantes (niveles 5 y 6) ha subido, pero muy poco, los profesores nos centramos más en los que suspenden".
Los índices de igualdad en Estonia también son buenos, "no hay mucha diferencia de resultados por perfil socioeconómico", explica Länik, "pero sí que los centros urbanos están por encima de los rurales".
De mayor quiero ser profe... finlandés
La profesora de Estonia aprovecha para recordar que el salario de profesor sigue estando muy por debajo de la media en su país. Una queja compartida por los profesores de todos los países escandinavos, salvo Finlandia. Los profesores finlandeses siguen siendo envidiados por sus compañeros, aunque bajen sus resultados en PISA. El prestigio social, el sueldo, y la libertad para organizar el aprendizaje son muy superiores allí. El propio informe señala que la libertad del profesor y su salario repercuten directamente en los resultados de los alumnos.
El modelo Finlandés sigue teniendo vigencia. Las causas del pinchazo no están muy claras. La Ministra de Educación Krista Kiuru ha anunciado "acciones enérgicas" para mejorar, comenzando por un grupo de expertos que incluirá "a académicos, investigadores y políticos, pero también a padres y estudiantes".
Mientras el resto de Escandinavia sigue apostando por fórmulas finesas: "necesitamos revisar el proceso de formación del profesorado en Suecia, y seguir a los finlandeses, desarrollar centros para la formación continua. Aunque lleves muchos años dando clase hay que seguir estudiando. Ahora mismo no tenemos ni el tiempo ni el dinero de hacerlo", explica Åhlgren.
El ministro noruego también ha señalado que "los profesores son la solución" y ha se comprometido a aumentar en varias decenas de millones de euros la partida de formación del profesorado.
De momento no parece que la educación escandinava vaya a cambiar radicalmente sus principios. "Hay un consenso entre los pedagogos más importantes de Noruega en que el sistema de aquí no se ajusta muy bien a PISA. Los resultados son los que son y habrá que mejorarlos, pero creen que no reflejan las capacidades reales de los alumnos. No valora la creatividad por ejemplo" afirma Puertas. Gustavson recalca que PISA es importante, pero no lo es todo, "dos o tres materias no te da la situación total, cuenta parte de la verdad y debe seguir, pero en mi colegio nos centramos en otras materias importantes para la vida y el trabajo como el pensamiento crítico, la creatividad, el arte, la capacidad de emprender, el trabajo en equipo, y la retórica y las habilidades sociales". Y añade que "eso es lo que vienen a aprender muchos directores y profesores de Corea y Singapur, y es a lo que nos seguiremos dedicando pase lo que pase con PISA".
Ahora nos toca reflexionar hacia dónde queremos ir y cómo.
Rafael Luque Cruz
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