Blogia
ELIGE TU SENDA

LA VUELTA AL COLE, CONSEJOS PARA PADRES...

Buena tarde, estos días han aparecido muchos artículos en los periódicos de tirada nacional sobre la vuelta al cole, problemas de aclimatación, termino de vacaciones, niños malhumorados, etc, os voy a dejar con uno que me ha parecido interesante y muy sincero y fácil de entender de Alfonso Caracuel, Ana Piñar y Patricia Ramirez, con consejos y ejemplos muy reales.

Lo normal es que los hijos quieran volver al cole. Allí se reencuentran con los amiguitos, conectan otra vez con los profesores y recobran la rutina. Las madres y padres respiran y todo vuelve a la normalidad. El primer día es el momento de compartir qué hizo cada uno en verano, dónde viajaron, qué amor de verano les está quitando el sueño, los libros que leyeron... las novedades, las risas y la complicidad de quienes llevan compartiendo toda una vida en el colegio o quienes empiezan a conocerse en su nuevo instituto.

Para muchos será un día lleno de ilusiones: por primera vez entran en primaria, o los adolescentes en la ESO, y los más mayores se preparan para definir ya su carrera profesional en bachiller.

Los padres sobre todo se preocupan por los más pequeños; muchos de ellos lloran el primer día y no quieren separase de las faldas de sus padres, dejar los juguetes de casa y volver a la rutina. Para facilitaros un poquito la tarea de la vuelta al cole, os dejamos mi socia Ana y yo unos consejos que os pueden ayudar a volver al cole con más normalidad:

  1. Empieza a hablar con tus hijos de la vuelta al cole, pregunta por sus compañeros o por otros aspectos que puedan resultarles gratificantes. Habla del cole en términos positivos.
  2. Si durante el verano tus hijos abandonaron sus rutinas, haz que vuelvan a retomarlas de forma progresiva.
  3. Fomenta que finalicen las tareas académicas iniciadas durante el verano. Utiliza el elogio, la comprensión, la paciencia, el afecto y la constancia.
  4. No recurras al castigo para conseguir que terminen en unos días los cuadernillos que no han tocado durante todo el verano.
  5. Evita hablar, delante de ellos, de la pereza que da volver al trabajo. Es importante que observen un modelo motivado.
  6. No asocies la vuelta al cole a una amenaza o miedo ("este año va a ser muy duro, tendrás a un profesor complicado, ponte las pilas, eh!").
  7. Haz que te acompañen a comprar los libros o prepara con ellos el material escolar. Procura que sea una actividad agradable y divertida.
  8. Escúchalos para saber cómo se sienten ante este nuevo reto, cuáles son sus miedos, etc.
  9. Cualquier cambio produce estrés. Dejar las vacaciones para volver al cole es un cambio. Acepta de forma comprensiva este periodo normal de adaptación. En unos días pasará.
  10. Ayuda a tu hijo desde el principio a planificarse de forma responsable las horas de estudio - deberes y ocio.


En algunos casos en los que los niños ponen más resistencia de lo habitual, puede ser que como padre o madre lo pases mal. Ver al niño patalear y con una perreta enorme, te oprime el corazón y nunca sabes cómo actuar. ¿Me lo llevo otra vez a casa, lo consuelo o dejo que llore pensando que ya se le pasará?

Existen muchas causas por las que un niño no quiera acudir a la escuela: cambio de profesorado, alguna discusión con un compañero de la escuela, problemas de aprendizaje, tener un examen, que alguien haya ridiculizado al niño en clase, que los compañeros no le hagan partícipe

de los juegos, la separación de su madre, tener que levantarse temprano, etc.

La forma en que se manifiesta este miedo también es de diversa índole: tener dolor de estómago, dolor de cabeza, mareo, diarrea, sudoración, rabietas, lloros, mal humor, ira, demorar el vestirse, desayunar, etc. El niño utiliza cualquier excusa para no ir a clase.

Imagina esta situación:

Javier tiene 4 años, es un niño alegre, se relaciona bien con la gente, le gusta mucho jugar y estar con su madre. Desde pequeño, la madre dejó de trabajar para dedicarse por completo a la educación de su primer hijo. Javier y su madre se han hecho el uno al otro, de tal forma, que su madre vive en su mundo, en su lenguaje, en sus juegos; ha llegado a dejar de pensar en ella, en sus necesidades y vive para él. Pero ahora se plantea la necesidad de que Javier se relacione con niños de su edad, que reciba otro tipo de aprendizajes, y tras varias conversaciones con la pareja, deciden que Javier ingrese este año en una guardería.

Javier es un hijo primogénito, con las consecuencias favorables y desfavorables que eso conlleva: "Ya ves, te coge de sorpresa, nadie te enseña a ser padre". Muchas parejas no saben cómo reaccionar cuando el niño monta en cólera y su único objetivo es conseguir un caramelo, montar el cochecito, etc. Y esta es la dinámica que Javier ha utilizado cada vez que ha pretendido alcanzar algo: "Yo berreo, pataleo, lloro, grito desgañitadamente, a mi madre le da vergüenza, me amenaza con que ¡ya verás cuando lleguemos a casa! ¡se lo voy a contar a tu padre!, y con tal de que no siga llorando accede a mi capricho". Ella piensa en esos momentos: "¿Qué pensarán las demás madres cuando vean cómo está sufriendo mi hijo en plena calle? ¡Qué mala madre soy!". Y luego llega a casa, no se vuelve a hablar del tema, el padre llega cansado y no se le comenta el acontecimiento, que de todas formas hubiese servido para poco. Así que Javier mañana volverá a las andadas. El chaval es inteligente, ha encontrado un recurso para conseguir objetivos, para salirse con la suya, aunque no sea el recurso más adecuado.

Hoy es el primer día de Javier en infantil. Su madre le ha ido contando durante los días previos al acontecimiento, que iba a comenzar una nueva etapa de su vida, le ha comprado el uniforme, la cartera y le acompaña en este día tan señalado. Y cuál es la sorpresa, que al dejarlo en el aula y pretender salir de la misma, Javier monta en cólera y empieza a llorar y gritar como si lo estuvieran matando. La "seño", acostumbrada a éstas actuaciones manipulativas por parte de los pequeñitos, le dice: "No te preocupes mujer, esto es normal, no pasa nada, dentro de unos minutos se habrá relajado y estará jugando con los demás compañeros, vete tranquila". Pero la madre, que ha vivido durante cuatro años pegada a su hijo, por el que ha abandonado temporalmente el trabajo y los hobbies, no puede soportar ver sufrir a su hijo. Vuelve a entrar en la clase, intenta clamarle, el niño se relaja y al volver a salir por la puerta, empieza otra vez el concierto de gritos y lloros. Después de 5 intentos, la madre pacta con Javier irse a casa los dos y volver mañana para quedarse definitivamente en la escuela. Javier, que hemos dicho que es inteligente, accede, y se va a casa. Pero al día siguiente se vuelve a repetir la escena nada más aproximarse a la escuela."

Con este primer artículo empiezo una trilogía para conocer mejor los mecanismos que nuestros hijos a veces emplean y que nosotros desconocemos.

Rafael Luque Cruz

0 comentarios